miércoles, 21 de julio de 2010

Templo

Este sueño:
naciste en una isla,
en un volcán;
erupción,
sólo tú sobreviviste
y por eso
no conoces a tu padre.

Tú vuelas,
me conoces,
me hablas
como cuando hacías promesas
que no podías cumplir;
yo te escuchaba,
acariciaba tu mano
en contra del deber.

Naciste en un templo,
eres sagrada,
eras sagrada,
pero profanaste
tus sacras manos;
años de enfermedad
profanaron tu voz,
y yo apenas te recuerdo:
un parque,
tardes lluviosas;
ahora que lo pienso,
pasé mucho tiempo contigo
y apenas te recuerdo,
recuerdo ese tiempo,
la sensación
de buscar algo
en donde sabíamos
que no estaba.

Era una especie rara
de búsqueda
interminable;
material para libros
que nadie leería.
nadie escribiría
y nadie publicaría.

Eras silencio,
pasividad,
signo abierto,
un cero en vez de una o,
tiempo soleado,
colorido,
naranja;
y yo apenas te recuerdo;
apenas recuerdo cómo llegamos a tantos lugares.

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