domingo, 30 de enero de 2011

Un tango

Y por cuánto tiempo
bailaremos
este tango
autodestructivo.

Cuántas veces más
nos destruiremos
con las manos
en la cadera
y las miradas hacia los pies.

Cuántas veces más
te desvanecerás
entre mis dedos.

Tus pasos suenan
igual que la ponzoña
del hielo envenenado;
¿cuánto más
debo beber de tus labios?

lunes, 17 de enero de 2011

Diagnóstico

I am not letting you check out.
You'll beat this–starting now
and you will always be around.

Brand New - Guernica

Una tragedia predefinida: el olor de los hospitales; el color verde violáceo que tiñe todas las almas de gris. El calor controlado, como la asepsia y los zapatos blancos; y el sol que se pone en los ojos que se cierran; una especie de silencio pre-establecido, diseñado para los enfermos, con su cordura latente. El incesante tumulto de plegarias, como humo que se disipa. La comida grisácea, el sabor de la sangre; el aroma del cloro y la inestable mano sujetando los dedos; los tubos de suero, como líneas de pesca.

El sentimiento de la fatalidad en su sentido más puro: destino vaticinado en una hoja de papel; el deseo del azar, materializado en la más cruel de las formas. Cada gota de suero es un deseo invalidado. Cada movimiento en una silla de ruedas es el asesinato sordo de un paso. Cada gota defectuosa de tu sangre es el mal recuerdo de algo que nunca vi. Nunca vi tu sangre, ni las líneas de pesca atadas a tus venas. Tu historia es una lista de nombres que alguna vez tocaron tu hombro. Nunca vi el momento en el que la lista desapareció, y los nombres se convirtieron en barrotes de metal, calor predefinido, silencio y plegarias. Incluso sé de alguien que disipó una plegaria en tu nombre y después dijo que no existe ningún dios. Lo sé porque lo escuché; y vi la forma en la que su espíritu se desvaneció en la desdicha. Y sólo quería decirlo porque me niego a creer que tu destino está escrito, a pesar de que lo conozco. He visto cómo te desenrollas en mis sueños; cómo te conviertes en un templo en el que se disipan las esperanzas; y eres la única persona que puede volar además de mí. Y quería decirlo porque sé que puedes volar demasiado lejos, demasiado alto y demasiado rápido. Puedes volar en cualquier momento a donde las manos no son sino puntos lejanos que ya no pueden tocar tu hombro.