domingo, 27 de septiembre de 2009

Collapse the Light into Earth

Denial is a better way
of getting through another day
and silence is another way
of saying what I wanna say
and lying is another way
of hoping it will go away.

Porcupine Tree - I Drive the Hearse


Cuando canté
viendo sus ojos,
no pensaba;
sentía las tontas palabras.

Después ocurrió:
el sonido
de mi corazón desgarrado;
mi sangre se diluye
al mismo tiempo que la esperanza;
sentí mi alma
cuando se estrelló
contra el suelo.

Ella era un objeto.
Puso sus manos
en la cintura blanca
frente a ella,
a pesar de ser un objeto.
Recibió un beso
a cambio de tomar su cintura;
el mismo beso
que perseguí por años.
Ella,
un objeto,
lo consiguió
en segundos;
no será
más que una sombra,
una del montón,
otra pendeja
contagiada
de su enfermedad.

Yo era pedazos en el suelo.
Olvidé mi nombre,
los nombres de mis amigos,
me convertí
en una mala copia
de lo que solía ser.
Dejé de existir
como un árbol
arrancado de la tierra,
fui la nostalgia del desterrado,
que añora lo que no merece
y nunca fue suyo.
Era un árbol
con raíces en otra persona;
un objeto
me arrancó de la tierra.

martes, 22 de septiembre de 2009

Traducción VIII

Nuevos dioses*

Los instintos mienten. La mentira que nos han heredado nuestros padres fue entregada por Dios mismo (sí, ese dios con mayúscula) y ellos nos contaron el mismo cuento antes de que cerráramos los ojos cada noche. Las creencias son instintos. Cada mentira que creemos se vuelve parte de nuestro imaginario cotidiano. Por ejemplo, si es que se me permite, cuando era niña pensaba que la luna era una proyección y el cielo una pantalla gigante sobre nosotros. El mundo terminaba en los bordes de la pantalla y uno debía regresar. No sabía qué había más allá.

Creí firmemente en la pantalla del cielo porque en el orfanato [1] nos proyectaban películas tontas de baile: Shirley Temple y otras parecidas. Mi mundo se reducía a las rejas del orfanato y la niña pecosa bailando tap sobre una pantalla maltratada. Creí firmemente que el mundo se reducía a esto hasta que mi mundo se vino abajo con el terremoto del 59 [2].

Una señora cristiana, algo demente, me ofreció asilo en su casa a cambio de que yo trabajara en las labores hogareñas. Ella me enseñó sobre Dios con mayúscula, Cristo y demás. Creí firmemente que el universo fue creado en siete días y en que mis tatara-tatara-tatara-abuelos eran Adán y Eva. Tuvieron dos hijos: Caín y Abel. Uno de ellos mató al otro y después se casó con una mujer. Nunca supe de dónde salió.

La historia cuenta que Dios con mayúscula preguntó a Caín dónde estaba su hermano, él respondió "¿acaso soy guardián de mi hermano?" y Caín fue condenado a vagar por toda la eternidad. Literalmente, la historia de la humanidad debió terminar ahí, pero ellos tenían otro hermano llamado Set que no aparece hasta ahora en la historia. Desde ahí, todos somos hijos de Caín o hijos de Set.

El Dios con mayúscula del antiguo testamento era vengativo. Incluso preguntaba cosas que ya sabía [3]. Cuando vino el así llamado Rey Sol de la era de Piscis [4], ese Dios con mayúscula que tenía nombres como Yahveh y Elohím quedó refutado. Es claro ahora que el próximo Dios refutará al del nuevo testamento. Muchas gracias [5].


________________
*. Conferencia dictada por Hellen Kirscht ante un congreso de teólogos.
1. No hay evidencia de que Kirscht haya estado en un orfanato.
2. Tampoco hay registros de tal terremoto.
3. cf. Genesis: An Epistemological Analisis and Possible Explanations of the Common Sufferings of Modern Man According to the Bible., Tambíen: "God's Retorical Questions," en: Concepts of the Capital-Lettered-God and Other Rants on Things I don't Actually Care About.
4. Referencia oscura e irónica de Cristo. En los escritos citados en la nota 3 Kirscht se burla de quienes lo llaman de esta forma. Probablemente se trate de otra burla.
5. La interrupción abrupta de la conferencia se debe a que Kirscht fue escoltada hasta la salida del congreso, pues sus referencias irónicas no fueron apreciadas por la audiencia.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Estética intrascendente

Aspiro a la representación
del loft grisáceo
y las pinturas minimalistas.
Imitaciones genéricas
de Mark Rothko.
La desvinculación
del leitmotif joyceano.

Escribo con aparente
pro-fun-didad,
pero no digo nada;
no se entiende;
los fragmentos son
ambi-guos
y los textos
crípticos.

Al final no publicaré.
Me niego a formar parte
del club "Mi buen amigo
Chomsky hizo el favor
de hacerme llegar
el libro que nadie ha leído
de Proust en el cual,
a través de complicadas metáforas
que sólo yo entendí,
expone su inconformidad
con la ordenación
meta-social
de la era pos-victoriana."

Al final no publicaré.
Es desgastante
ver mentes brillantes
consumiéndose
a cambio de atención.
Círculos perfectos
de pseudo-pseudo-intelectuales
elogiándose mutuamente
con críticas constructivas
y objeciones nulas:
Difiero contigo
en tal y tal punto,
amigo,
pero tomemos
unas copas de
Ribera del Duero
con el dinero de mis papis
aunque sostengamos
posiciones incongruentes
e incompatibles.

Al carajo con la teoría
y el mundo intelectual.

domingo, 6 de septiembre de 2009

An Epic at the Road

Ritual to set myself ablaze.

—Maverick - An Epic at the Sea


Se consumen las horas;
el tiempo vuela.
Los escucho:
los días consumirán
cualquier obstáculo.
Y no pienso que llegue un día
en el que no haya miedo
y todo mejore.

Allá, lejos,
se consume el ruido
y el rechinar de los dientes.
Los escucho:
nos persiguen desde lejos,
desgarrando nuestras miradas.
Manejo este cuerpo
a velocidades imprudentes;
nos veremos al final del tiempo
y el inicio del camino.

Allá, lejos,
se consume el tiempo
y la espera de los amantes.
Leo sus labios:
gritan su impaciencia
y arrancan sus cabellos.
Y no llegará un día
en el que los besos calmen su sed;
nada apagará este incendio
y nada detendrá al tiempo.

Manejo el cuerpo
más rápido de lo que debo;
no congelaré el instante
con palabras,
porque las flores congeladas
se destruyen fácilmente.
Los veo:
saltan el tiempo
mirándose a los ojos;
ya no rechinan los dientes
ni gritan la desesperación.
La espera termina
al final del camino;
ya no existe el tiempo,
sólo hay cabellos y labios.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Nada que ver con Cortázar

El primer sueño ocurrió, por así decirlo, el jueves por la tarde. Renata vio a la chica –rubia artificial, ropa de pésimo gusto– arrojando su café en la cara del novio; toda la cafetería estalló en carcajadas. Renata recordó de golpe que en la noche del miércoles soñó todo el asunto. El novio tenía otras tres novias y la chica oxigenada se enteró ese día. El resultado: gran enojo y café caliente en la cara.

Renata no solía recordar sus sueños. Tenía dos o tres pesadillas al mes y esos eran los únicos sueños que recordaba. Después del accidente notó que sus sueños ahora predecían el futuro. Por lo regular soñaba cosas irrelevantes sobre personas que no conocía: una señora pisando un charco, un zapatero con gripa, dos compañeros de clase que se amaban en secreto y el asunto de los novios en la cafetería.

Todo se complicó cuando Renata empezó a soñar con su familia. Por lo regular se trataba de su madre cocinando o su hermano mayor manejando irresponsablemente. Un día, algo así como un mes después del café en el rostro, Renata soñó con su madre llorando. Al día siguiente, su hermano llorando en su cuarto por algo que Renata había hecho. En toda la semana siguieron esos sueños con toda su familia, como si les hubiera hecho algo terrible.

Las pesadillas ocurrieron por tres semanas más y Renata se atormentaba a todas horas porque temía causar tanto sufrimiento a su familia. Después de dos meses de sueños recurrentes, Renata escapó de su casa. Sólo dejo una nota muy breve que realmente no explicaba por qué se fue. Ella nunca supo que su huida causó cantidades enormes de sufrimiento a su familia y que el destino tiene modos muy extraños de realizar sus designios.