lunes, 15 de junio de 2009

Anibal ad portas

La puerta
suena
por la mano del diablo.

Y nadie más
escucha la mano
sobre la puerta.

¿No es el diablo
un signo,
una señal?

La mano toca la puerta,
pegada a su dueña
con los pies sobre el piso
y la cabeza en el cielo.

Yo todavía quiero
la cabeza sobre el cuello
entre los hombros
que sostienen los brazos
que sostienen las manos,
y una mano
toca la puerta.

Escucho la puerta
y su sonido hueco
mientras mi cabeza
se eleva
y el cuerpo
se desvanece.

No veo claramente
y abro la puerta:
nada más que un pasillo
vacío
donde nadie camina.

Todavía quiero
las tres de la tarde
y la cabeza sobre el cuello,
pero ella murió
y tocó mi puerta
a las tres de la tarde
para recordarme
que estoy vivo
y ella muerta.

2 comentarios:

carencia. dijo...

He vuelto. Con un diseño vintage y dispuesta a pagarte la comida que te debo.

Veo que sucumbiste a la Blogspotmanía. Me gusta el diseño: todo verde

¿Qué tal andas estas vacaciones? ¿O prefieres que ensayemos? O podemos ensayar y un día ir a echar el taco :)

Hace 2 semanas visité tu iniversidad y debo decir que es hermosa, en toda la extensión de la palabra.

uh uh uh dijo...

Kaaareeeeen!!

Ya te extrañaba. Qué bueno que volviste.