miércoles, 25 de mayo de 2011

(primer error)

Yo sé que soy ese fósil
que está frente a mí (primer error)
Corrijo: yo sé que soy ese fósil
que algún día estará frente a mí.

—Leonardo da Jandra - Tanatonomicón


y no porque no importa. mira: no importa. yo tomé sus manos entre mis manos y puse sus labios junto a mis labios y tomé su mano con mi mano y miré sus ojos con mis ojos y no importó ni en ese momento ni ahora ni después importará porque sus dedos hipocondriacos escaparon como rayos paranoicos y cucarachas ante la luz. su corazón es un cúmulo de cucarachas ante la luz. y no importa porque mira el eterno acaecer de sus latidos y de los dedos que se retraen ante la luz. míralos, retraídos ante la luz como cucarachas ante la luz. sus dedos de flama se apagan como ojos hipocondriacos. enfermedades. Münchhaussen K.T.P. y etcétera y véanse de nuevo ante la luz mientras se esconden bajo la mesa con sus resplandeceres. oh, resplandece; oh, se apaga; oh, dedos que se ocultan ante la luz y resurgen y se ocultan. y dije que no importa; fuego entre los dedos y tiempo que resbala y se aleja. tiempo de agua. tiempo hecho de carbón y metal que se desvanece ante la mirada y ante la luz. tiempo que no refleja y no dice nada más que su constante transcurrir tic tic tic tic tic tic tic tic tic tic. todo monotonía, nada de contraste; nada de cielo azul sobre nuestras cabezas de fuego; nada de calma en nuestro incesante silencio. nuestra eternidad no es sino el silencio que guardamos en un camino hacia todos lados. todos lados. ninguna parte; nada de cielo azul sobre nuestras cabezas de fuego (primer error: yo sé que soy ese fósil) y algún día seré el fósil que está frente a mí. algún día resbalará el fuego entre mis manos vacías. mis dedos tiemblan dentro de mis pulmones. oh, resplandece, eterno silencio en el camino; eterna noche de estrellas ausentes. el alma oscura de la noche y la noche oscura de la nada. ese tiempo que no vuelve la vista a sus temblores. tiembla la voz y los dedos y aquello que nombramos como cielo, pero que podría tener cualquier nombre o no tener nombre. nada de nombre sobre nuestras cabezas. nuestra eternidad tiene el nombre del deseo infundado. nuestra eternidad tiene el nombre del silencio, porque por que porqué por qué. nuestra eternidad es una pregunta al tiempo tic tic tic tic tic. nuestra eternidad es el monstruo en nuestras manos. oh, silencio. oh, fuego de los dedos hipocondriacos. oh, café de las cinco de la tarde. oh, sol. oh, calor.

domingo, 1 de mayo de 2011

Tocar el ruido

Soy de humo,
incendio mitigado
bajo el cielo
y el otoño;
ensordecido,
toco el fuego
que era mi mano
y ya no es
más que un cúmulo
de partículas grises.

Soy de niebla;
el disiparse de la luz
en las noches;
ruina de los marinos;
el siniestro crepitar
de los monstruos;
la amenaza que aguarda
en cada quiebre de las olas;
el fondo del abismo
desde donde brillan mis ojos.

Soy el miedo
y la inundación;
el incesante
rechinar de dientes;
las uñas destrozadas
contra las piedras;
huesos rotos
contra las piedras;
extremidades perdidas
para siempre.

Soy la percepción
desdoblada;
el delirar de los ojos
y los oídos;
todo lo que se pueda ver
en un solo golpe de luz;
ceguera;
daños permanentes;
esquizofrenia;
la percepción desdoblada
no es más
que la confusión de los sentidos;
escuchar colores;
tocar el ruido;
esquizofrenia.