viernes, 8 de octubre de 2010

Darse cuenta

Ni una vez lo había pensado, pero hoy lo recordé. Puertas negras de metal, el grisáceo sonido de despertar. Era un recuerdo dormido. Casi no existe, pero ahí está; es mío. Lo tengo, aunque lo había perdido. El ruido es sólo un punto gris; balcones tapados por árboles, tardes malgastadas, tiempo recurrente, días circulares, ausencia. Años y años de ausencia, y hoy recordé. Hoy despierto y mis pupilas se dilatan: el momento de darse cuenta, enderezar la espalda, abrir los ojos, inhalar súbitamente y todo tiene sentido. Ni una sola vez pensé en sus consecuencias, pero ahí está, como fuego ante mis ojos; lo veo y tiene sentido; lo veo y me da sentido. Ni una sola vez lo consideré  valioso, pero siempre estuvo ahí; lo perdí, pero ahora lo tengo. Ni una sola vez lo diré, pero me basta con saber que lo tengo; que los años de ser envenenado terminaron. Lo veo y tiene sentido, porque antes nada lo tenía. Hoy digo que lo lamento, pero nadie escuchará; no importa, porque es mío, ese fuego adormecido que se desata de entre mis manos y hoy despertó. Hoy desperté.

1 comentario:

Pia dijo...

Una combinación de lo amo mil y no lo leí. jaja es broma
El problema es que nadie escuchará. nunca lo han hecho.