Pero el sueño se repite cada cuatro meses. Digo "te extraño" una y otra vez pero no lo dije antes; no sé si extraño y no sé qué extraño. No recuerdo si tomé las medicinas. Olvido si le di de comer al perro. El sillón en el cuarto del hospital es incómodo. Hace calor. Las medicinas elevan mi temperatura y me hacen sudar. La nueva medicina me da hambre. La medicina de la noche me da sueño. La medicina de la mañana me provoca dolores de cabeza.
Pero el sueño se repite y repito los patrones de comportamiento. Sé que hice esto antes. Sé que dije esto antes, pero no recuerdo a quién. Sentí la paz doméstica en nuestra barra: tres lámparas; dos con focos fundidos. La paz doméstica es cierta clase de dicha. Rompí algunos patrones: el amor no lo puede todo; amar no es todo; la felicidad se domestica.
Dejar ir, pero el sueño se repite. La incertidumbre del sueño refleja mi propia incertidumbre. Ya no soy interesante, pero me siento mejor por ello. Hice cosas imperdonables, así que no pido perdón. Atribuir una carga: esto es tuyo y cargarás con ello el resto de su vida. Imperdonable, pero no sabía lo que estaba haciendo. Soy libre de la causa pero no de las consecuencias.
Esto es lo que hicimos: crear un espacio y habitarlo, pintar las paredes. Quería esto, pero no estoy aquí. Habito mi casa como fantasma: soy mi propia sombra. No puedo crear. Quise esto con toda la intensidad de mi cuerpo y no puedo estar aquí. Construí una casa en la que no podemos vivir. Este cuerpo me fue dado y no puedo habitarlo. Mis palabras son prestadas, no mías. Mis emociones están desconectadas: la mente es cuerpo, pero no estoy en casa.
Terapia: trabajo para estar-en-el-cuerpo. Las palabras llegan tarde; no hay conexión. No puedo detenerme pero no avanzo. Repito los mismos patrones de comportamiento. Sé que lo hago y no puedo detenerlo. Sé lo que me impulsa y no puedo detenerlo.
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"I know we need poetics of steel instead of flowers." Perdí el origen del poema: ya no hay poemas porque tengo miedo del lenguaje. Si soy impreciso no digo lo que quiero decir. Señalo: no digo. No pensaba en el lenguaje hasta que supe de la muerte de JWT en abril del año pasado. Después de ella no tengo palabras mías. Todo lo que escribo es imitación y es mejor por ello.
A veces los nadadores expertos mueren a bajas profundidades. El cuerpo está acostumbrado a trabajar sin oxígeno e ignora que no tiene la energía suficiente para re-emerger. Re-emerger: la profundidad sostiene pero no es mi casa.
La casa es nueva, pero está infestada de fantasmas. Mi hija es —o era— uno de ellos. Su ausencia está-siempre-ahí. Amor de mi vida; extensión de mi sangre, aura de mi estirpe. El cuerpo con el que cargo es su propia tragedia. Dejó un poema escrito en las cicatrices antes de irse. Irse también es una forma de escritura: quise esto. Tengo miedo de irme pero estar aquí me atormenta.
Decir que escribí el poema equivocado implica que había un poema adecuado. Tomé prestados los ojos con los que veo al mundo. No hay cura para la enfermedad pero sí tratamientos. Los síntomas aumentan su intensidad con el tiempo, pero también mi capacidad para sobrellevarlos.
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Una de mis pacientes tiene miedo al color rojo. Me pidió que tuviéramos una sesión en su casa: nada es rojo. Me mostró una libreta en la que escribió la palabra "rojo" hasta terminar con las hojas. Me dijo que tiene seis libretas iguales. Le creo.